El Futuro del Trabajo: Competencias que Transformarán el 2025

En un mundo cada vez más dinámico y cambiante, considero que la clave para la mejora no radica únicamente en el desarrollo habilidades técnicas, sino en cómo cultivamos y aplicamos nuestras habilidades humanas.

José Figueroa

1/14/20245 min read

Introducción

El mundo laboral y educativo está en una transformación acelerada, impulsada por los cambios tecnológicos, la globalización y las demandas de un entorno cada vez más competitivo. Tanto la UNESCO como el Foro Económico Mundial han identificado competencias clave que serán esenciales para afrontar los desafíos del futuro. Este artículo explora estas competencias y destaca sus implicaciones para la educación, el trabajo y el bienestar individual y colectivo.

Competencias según la UNESCO

La UNESCO enfatiza la importancia de competencias que permitan a los individuos adaptarse, aprender y prosperar en un mundo complejo y cambiante. Entre las principales competencias se encuentran:

  1. Aprendizaje Continuo (Soft Skill): Capacidad de adquirir conocimientos y habilidades de forma continua, permitiendo a las personas mantenerse relevantes en un entorno de constantes cambios.

  2. Resiliencia y Bienestar (Soft Skill): Habilidad para enfrentar adversidades y adaptarse a nuevas situaciones, manteniendo la estabilidad emocional y psicológica.

  3. Pensamiento Crítico (Soft Skill): Fundamental para analizar información, tomar decisiones y resolver problemas.

  4. Inteligencia Emocional y Empatía (Soft Skill): Competencias clave para la interacción interpersonal efectiva, incluyendo el manejo de las emociones y la comprensión de las perspectivas de otros.

  5. Creatividad (Soft Skill): Habilidad para generar ideas innovadoras y abordar problemas con soluciones originales.

  6. Colaboración (Soft Skill): Trabajar efectivamente en equipos diversos y aprovechar las fortalezas colectivas.

  7. Comunicación Efectiva (Soft Skill): Capacidad de expresar ideas con claridad y escuchar activamente en diversos contextos.

  8. Resolución de Problemas Complejos (Soft Skill): Enfrentar y superar desafíos que no tienen soluciones evidentes o inmediatas.

  9. Alfabetización Digital (Hard Skill): Dominar herramientas tecnológicas y navegar eficazmente en un entorno digitalizado.

Competencias según el Foro Económico Mundial

El Foro Económico Mundial se centra en competencias que promuevan la adaptabilidad, la productividad y la innovación en un mundo laboral en constante evolución. Las competencias destacadas incluyen:

  1. Pensamiento Analítico (Soft Skill): Evaluar información de manera lógica y estructurada para resolver problemas complejos.

  2. Pensamiento Creativo (Soft Skill): Similar a lo destacado por la UNESCO, enfocado en innovación.

  3. Resiliencia, Flexibilidad y Agilidad (Soft Skill): Adaptarse rápidamente a cambios y superar desafíos.

  4. Motivación y Autoconciencia (Soft Skill): Reconocer y manejar emociones propias para lograr metas.

  5. Curiosidad y Aprendizaje permanente (Soft Skill): Disposición para adquirir conocimientos de forma continua.

  6. Alfabetización Tecnológica (Hard Skill): Similar a la alfabetización digital de la UNESCO.

  7. Liderazgo e Influencia Social (Soft Skill): Guiar y motivar equipos hacia objetivos comunes.

  8. Calidad y Atención al Detalle (Soft Skill): Enfoque en precisión y excelencia en el trabajo.

  9. Gestión de Sistemas (Hard Skill): Comprender y optimizar sistemas complejos.

  10. Empatía y Escucha Activa (Soft Skill): Complemento a la inteligencia emocional.

Análisis de Sinergias y Diferencias

Si realizamos una comparativa entre las competencias propuestas por ambas organizaciones revelaríamos numerosos puntos en común:

  • Pensamiento Crítico y Analítico: Ambas competencias destacan como esenciales para resolver problemas complejos y tomar decisiones fundamentadas.

  • Creatividad: Compartida como una habilidad esencial para la innovación.

  • Resiliencia y Adaptabilidad: Crítica en un entorno de cambios rápidos.

  • Alfabetización digital/tecnológica: Reflejo de la creciente importancia del dominio de las herramientas digitales.

Sin embargo, existen matices en el enfoque. La UNESCO pone un fuerte énfasis en las competencias socioemocionales como la inteligencia emocional y el bienestar, mientras que el Foro Económico Mundial enfatiza habilidades aplicadas como la gestión de sistemas y el liderazgo.

Aunque cada organización contribuye con su enfoque único respecto a la priorización de competencias, es relevante destacar que más del 80% de las competencias listadas en ambos casos corresponden a Habilidades Humanas, también conocidas como Soft Skills (siendo honesto con el lector, me gustaría saber porque son denomindadas "Suaves"), mientras que las Habilidades Técnicas o Hard Skills constituyen una proporción mucho menor. Esto no solo resalta la importancia creciente de las capacidades interpersonales y cognitivas en el contexto actual y futuro, sino que también evidencia que nuestra brecha actual no radica tanto en el desarrollo científico o técnico, sino en ámbitos sociales y emocionales. Las Habilidades Humanas son y serán esenciales para promover la colaboración, el pensamiento crítico y la adaptabilidad, elementos clave para enfrentar los desafíos globales del siglo XXI.

Implicaciones para la Educación y el Mercado Laboral

La integración de estas competencias en los sistemas educativos y las políticas laborales es crucial para preparar a las personas para los desafíos del futuro. Desde mi evaluación, estos son algunos aspectos que los individuos, y las instituciones (tanto privadas como públicas) deberían tener en consideración:

  1. Revisión Curricular: Incorporar competencias clave en todos los niveles educativos sería el escenario ideal, sin embargo, hasta que esto no ocurra como una iniciativa desde el Sistema Educativo, la formación extracurricular es un camino clave para el crecimiento personal y profesional de cada individuo.

  2. Aprendizaje Continuo: Promover programas efectivos de tanto de capacitación y desarrollo profesional como de desarrollo personal que permitan a las individuos actualizar sus habilidades de manera continua. Las organizaciones deberían brindar especial atención a este ítem (Reskilling/Upskilling).

  3. Fomento de Competencias Socioemocionales: Diseñar estrategias y dinámicas que estimulen el desarrollo de la Inteligencia Emocional y Social, a través de la creación de espacios seguros y colaborativos .

  4. Adopción de Tecnologías Educativas: Integrar herramientas digitales para desarrollar la alfabetización tecnológica. Considero que es muy importante reconocer que en muchos casos la tecnología está siendo subutilizada y en vez de convertise en una ventaja en el desarrollo de tareas, es un estorbo que afecta nuestro comportamiento. Es necesario retomar el rumbo de esta valiosa herramienta.

  5. Colaboración Público-Privada: Este ítem está pensado como una oportunidad de mejora en el funcionamiento de nuestras Entidades Públicas. No tengo duda que establecer Alianzas entre Gobiernos, Empresas y Organizaciones Educativas para garantizar que las competencias desarrolladas se alineen con las necesidades del mercado laboral sería un logro excepcional para cualquier sociedad.

  6. Evaluación y Certificación: Como fiel creyente del funcionamiento Sistematico y Estandarizado de las entidades, considero que es importante implementar sistemas que reconozcan y validen oficialmente las competencias adquiridas en cualquier ámbito.

Conclusión

El futuro del trabajo y la educación depende de nuestra capacidad para adaptarnos a un mundo en constante cambio. Las competencias identificadas por la UNESCO y el Foro Económico Mundial no solo ofrecen una guía valiosa, sino que también subrayan una verdad contundente: más del 80% de las habilidades necesarias para prosperar en el futuro inmediato son Humanas, no Técnicas. Este hecho, respaldado por grandes organizaciones internacionales, refleja la creciente importancia de las capacidades sociales, emocionales y cognitivas. No intento proclamar que el conocimiento técnico será inutil, mi conclusión es, que este debe existitr en el individuo, pero a mi parecer y observando estos datos, la diferencia entre el fracaso y el éxito individual y organizacional lo otogarán las Capacidades Humanas.

Si bien la tecnología sigue siendo el motor global que impulsa la innovación, nuestra brecha actual no se encuentra en el conocimiento técnico, ya que existe una abundancia de ello. Lo que realmente necesitamos, es fortalecer la habilidad que la tecnología no puede ofrecernos: inteligencia emocional, pensamiento crítico, empatía y habilidades de colaboración. Estas competencias no solo determinan cómo interactuamos de manera efectiva, sino también cómo damos forma a un mundo más sostenible y equitativo.

Al avanzar hacia el 2025, es imprescindible que individuos, educadores, empleadores y gobiernos trabajen juntos para priorizar estas competencias. Este esfuerzo conjunto no solo impulsará la empleabilidad y la productividad, sino que también garantizará el bienestar colectivo y el desarrollo sostenible. Lo que si quiero afirmar es que, aunque la tecnología sea una herramienta poderosa, es nuestra humanidad lo que realmente dará forma al futuro.

¡Construyamos juntos un mundo más humano y lleno de oportunidades!